Podemos leer en la página oficial de turismo de Riabadeo lo siguiente:
No se puede resumir y explicar mejor el auténtico espectáculo que representa esta fiesta que, al menos, hay que ver una vez en la vida. Una fiesta donde toda la localidad y comarca se vuelcan en transportarnos directamente a finales del s XIX y principios del s XX . Todo el centro ambientado en esa época, su gente vestida con trajes de época, no queda detalle sin mimar.
Hoy por hoy Ribadeo cuenta con un importantísimo legado indiano, y tal vez el mejor de España, que va desde más de medio centenar de casas y múltiples escuelas hasta un cementerio, una plaza para el mercado, una traída de aguas y la Granja Escuela Agrícola Pedro Murias.
Todo esto se debe a que en las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX, Ribadeo vivió una época de auge económico, social y urbanístico debido en buena medida al retorno de los emigrantes de América: Los famosos Indianos. Estos invirtieron en empresas y comercios y, algo poco habitual para la época: fueron mecenas de múltiples iniciativas que potenciaron ese desarrollo cultural y económico en la zona.
El mayor exponente de ello son los palacios y palacetes que levantaron en sus lugares de origen. Los indianos trajeron una arquitectura cosmopolita que se insertó de forma llamativa entre las casas tradicionales, para simbolizar el triunfo y el éxito conseguido fuera.
El común denominador son viviendas cómodas, amplias y abiertas, Con diseños, estilos, formas y materiales que hablan de riqueza, sofisticación, elegancia y formas de vida urbanas, plenas de adornos en las fachadas, jardines exhuberantes que recuerdan paisajes tropicales, donde no faltan palmeras, magnolios, camelias y múltiples decoraciones que cambiaron el paisaje arquitectónico habitual de la comarca. Todo un deleite para nuestros ojos.